lunes, 25 de mayo de 2009

La desaparición de Antonio Vega


La desaparición de Antonio Vega, pocos meses después de la de mi hermano, me ha hecho recordar que Nacha Pop y su alma mater Antonio Vega, son de esos pocos artistas y grupos del panorama musical español, que hemos admirado mi hermano Javier, y yo mismo.

Conocimos a Nacha Pop hace 29 años tras la publicación de su primer disco, que se llamaba como el grupo.
Recuerdo que nos impresionó a cada uno por nuestro lado, y que nos dimos la noticia de ese “descubrimiento” coincidiendo una vez más en temas musicales.

Nacha pop fue una excepción de calidad y de contenido, dentro de lo que fue llamado “La movida madrileña", donde hubo mucha mas arena que cal.

Antonio Vega Tallés, madrileño de Majadahonda, coetáneo nuestro, de tan solo dos años menos que yo y cuatro mas que mi hermano, ha muerto este doce de mayo, con 51 años.
Hemos perdió a un gran cantante, creador y músico de la historia musical reciente de nuestro país, y de nuestro Madrid. Una de esas enfermedades que no perdonan nos lo ha quitado, y todos los de nuestra generación, hoy, nos hemos quedado un poco más solos…

Seguro que Javier analizó muchas veces los temas, ritmo y técnica de batería de grupo “Ñéte”, y que le habría gustado estar en su lugar.

Ahora que Antonio y Javier son todo alma y energía, espero que puedan coincidir allá donde estén y tocar juntos, como nunca lo hicieron.
Ambos descubrirán el uno en el otro, que tarde o temprano tenían que encontrarse, pues son muchas las cosas que en vida les habrían unido.

En el video de TeleMadrid, tocando “El sitio de mi recreo”, se percibe claramente como este poeta madrileño tocaba y cantaba no con sus manos y su voz, sino con su alma. Para los que querais sufrir de emoción, podeis buscar otra versión grabada junto a Miguel Bosé en TVE1, pero cuidado, porque duele el corazón ver a Antonio muy consumido, y el “puñetero” Bosé te hace llorar con sus comentarios. Si estas hoy unpoco “bajo”, mejor dejalo para otro dia…

Antonio y Javier, descansen en paz, y escuchemos como tocan juntos mientras dormimos.

Dedicado a Javier, y a todos los que compartieron escenario con el, alguna vez en su vida.


Luís Mariano.